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jueves, 10 de marzo de 2022

Antropología Digital y proyectos en pugna.

Antropología Digital

Algo de Historia

Mientras muchos campos de las ciencias sociales se vieron invadidas a partir de los años 80 por toda una corriente de pensamiento orientada al uso de la propaganda, publicidad y técnicas de mercadeo y captación de clientes en empresas, al tiempo que irrumpen las tecnologías digitales y en especial el internet como escenario de desarrollo de estas tendencias, las propuestas alternativas al sistema del orden actual, en esta su etapa neoliberal (1), las corrientes de pensamiento mas asociadas al método diálogico/diálectico “Marxista” y/o a las bases materialistas o praxiológicas de los orígenes marcados por Comte y Durkheim o las idealistas que se referencian en las obras de Max weber (Pretendidas acéticas respecto de las controversias ideológicas o que las absorbían como partes del escenario de observación científica) (2), no han podido en esos tiempos ofrecer “novedades” capaces de confrontar tal irrupción y alcanzar argumentos científicos/racionales válidos que pongan en claro las falsedades en las que se sustentan tales irrupciones, en tanto y en cuanto sostenedoras de un sistema de cosas en sociedades dónde la capacidad crítica y reflexiva respecto de sus propias vidas y sus ordenes sociales posibles de distinguir estructuras de sistema, no solo es fuertemente limitada y condicionada por ese misma estructura sistémica que le confiere validez de verdad a una realidad construida desde forzamientos violentos e imposiciones de poder, que no alcanzan a percibirse perdidas y naturalizadas en historias no tan lejana pero negadas y mentidas.

El proyecto Minerva y la Caída del muro

Cuándo las dictaduras comenzaban su declive en el cono sur y estallo La Glásnost (3) en Rusia, como preámbulo a lo que sería la caída de la URSS, Muchos intelectuales alineados con las corrientes liberales de pensamiento universitario, concluyeron en que el único bastión todavía en pié era el de las universidades, en especial las de las ciencias humanas o sociales, que estaban invadidas y sometidas al pensamiento marxista.

El activismo estudiantil y no pocos profesores e intelectuales denunciaron las intervenciones del imperialismo norteamericano; formaron parte de la oposición a la Guerra de Vietnam y recusaron las políticas de cooperación económica y ayuda militar promovidas por Norteamérica en el marco de la Alianza para el Progreso. Los integrantes de la comunidad universitaria se mantuvieron alerta frente a los dispositivos culturales y educativos de la penetración imperialista en el contexto de la Guerra Fría y señalaron la existencia de programas de investigación y formación de recursos humanos impulsados o financiados por fundaciones o agencias internacionales dependientes de los EEUU. (4)

Son menos frecuentes y visibles las descripciones sobre la cooperación de las universidades norteamericanas con las políticas anticomunistas desplegadas por EEUU en la Guerra Fría. En los niveles más intensos de la convergencia, destacados investigadores desempeñaron cargos en

agencias gubernamentales directamente relacionadas con la seguridad y con la comunidad de inteligencia. El tránsito entre la investigación, la enseñanza universitaria y la administración política fue fluido.”(5)

La creación de la fundación Minerva es un hito fundante de las actuales corrientes de neurociencias asociadas a la defensa de los pensamientos neoliberales y liberales que imponen percepciones y subjetividades como base de los comportamientos y opera en sus estructuras y mecanismos para imponer ideas y formas de actuar de modos individuales y/o masivos en las personas. Funcionan como la base científica y en muchos casos pseudo-cientifica, que proporcionan sustento a las teorias posverdaderas y las ideas respecto de que la subjetividad impone un primer orden anterior a la racionalidad y por ende que la somete.

La Fundación Minerva con sede en Estados Unidos, en una entidad sin fines de lucro , científica y de caridad. Tiene su sede en Berkeley, California . Fue establecido en 1983 por Helen y Elwin Marg. Además de los fundadores, los directores incluyen a Richard M. Buxbaum, Lawrence W. Stark, Semir Zeki , Tamia Marg Anderson, Lila S. Crutchfield y Vero Bollow. La fundación lleva el nombre de Minerva , la diosa romana de, entre otras cosas, la sabiduría y la medicina (6 )

Convergen aquí no solo proyectos anteriores de origen militar de empresas privadas con contratos de defensa estatales y/o directamente emprendimientos públicos secretos de Agencias de inteligencia u organismos de seguridad del Estado norteamericano que desde siempre vienen aportando financieramente a las investigaciones neurológicas y psicológicas para diversos objetivos de carácter militar (“Drogas de la verdad” “drogas de adormecimiento” “Drogas de manipulación subjetiva” y procedimientos de alienación o potenciación de habilidades bajo la idea del “supersoldado”), por citar algunos de los proyectos. 

Aunque en la realidad sus resultados no han ofrecido mayores ventajas que los entrenamientos convencionales o métodos de tortura según el caso, no cejaron en sus intentos y con el advenimiento de las neurociencias, aportaron directamente a centros privados o de universidades que venían trabajando en las áreas mas relacionadas a la médicina o a la biología. Tales convergencias generan las neurociencias tal y como hoy las conocemos.

Eramos tan jóvenes”

Casi adolescentes, mis pares etarios y yo escuchamos hablar en los años 60 sobre el ‘Proyecto Camelot’. «Consistió, (…) en establecer modelos sobre los procesos que conducen a revoluciones nacionales en los países del Tercer Mundo para facilitar las operaciones de contra-insurrección» (…) » Camelot ilustra a la perfección la intensificación de las relaciones entre los estudiosos del comportamiento y los servicios secretos estadounidenses».» Emprendido en 1963, este proyecto, destinado a facilitar las intervenciones en Yemen, Cuba y el Congo belga, debe- teóricamente-permitir preveer y prevenir el riesgo de una revolución». (http//scielo.sld.cu/- «La guerra psicológica contemporánea, conceptos esenciales y características», Ludmila Casas Rodríguez, Liuba Peña Galbán y Magalys Mena Fernández, revista Humanidades Médicas, Camaguey, Cuba, mayo-agosto del 2009). Desarrollado por el ejército de EE.UU., este » proyecto de investigación en ciencias sociales» sostenía que: «el éxito en tareas como el equipamiento y entrenamientos de las fuerzas indígenas para una misión de seguridad interna, la acción cívica, la guerra psicológica, o la acción de contrainsurgencia depende de una comprensión profunda de la estructura social indígena…». El estudio, culminado en 1965 debido a denuncias periodísticas y de políticos, se inició en Chile. Tuvo un costo de un millón y medio de dólares e involucró a 140 sociólogos, muchos de los cuales, sino gran parte, de tendencia izquierdista, desconocía a sus auspiciantes y objetivos propuestos.

Similares proyectos intentaron (o se llevaron a cabo) en Colombia, Perú y Argentina, con los nombres de Simpático (Colombia), Colonia, Numismático y Reasentamiento (Perú) y Job 430 (Argentina). El Simpático y el Colonia fueron financiados por la Universidad de Washington (la misma que hoy auspicia al Proyecto Minerva), a través de la Special Operation Research Office (SORO), que a su vez era patrocinada por la Oficina del Jefe de Investigación y Desarrollo del Ejército de los EE.UU. Los cuestionarios que debían configurar profesionales en ciencias sociales nativos en el caso del Simpático y otros programas similares llevados a cabo en Colombia a mediados de los años 60, según denunciaron ellos mismos cuando conocieron el verdadero sentido de la «investigación» y renunciaron a ella, permitían «conocer los procedimientos gubernamentales, condiciones internas del ejército colombiano, tipo predominante de liderazgo, características económicas, políticas y sociales de las comunidades, con fines de control y manejo de estas instituciones por parte de quienes financian el proyecto». Que insumió de 85 mil a 90 mil dólares, se inició en la región de La Guajira, y «se orientaba hacia la acción comunal, la acción cívico-militar y el Cuerpo de Paz». («Colombia en la Mira…», del autor, 1999, Ediciones Compañero, página 11, citando a Gregorio Selser, «El Pentágono y las Técnicas Sociológicas en América Latina», Biblioteca del Congreso, Buenos Aires).

Simpáticos parecían ser los financistas, Colonia era lo que querían que fuésemos, Minerva es el nombre de un nuevo engendro de la colonización y la guerra encubierta que nos hacen y que nos quieren hacer tragar sin más. Algo más que un mito o un jugo de limón, Minerva es una renovada perversidad pentagonal imperialista, conocerla y denunciarla, actuar mancomunadamente en consecuencia, allanará el camino hacia su neutralización y futura liquidación.” (7)

Minerva Hoy

En el año 2008 y dirigida por el Pentágono para estudiar la dinámica de los movimientos sociales en todo el mundo con el objetivo de neutralizarlos y erradicarlos, se sitúan los inicios del actural plan Minerva. El programa de investigación financia a diferentes universidades para modelar los riesgos, la dinámica y los puntos de inflexión de los disturbios civiles a gran escala en todo el mundo, bajo la supervisión de agencias militares de Estados Unidos.

Es factible que las llamadas “Primaveras Arabes” hayan comenzado su impulso en estas artículaciones institucionales claramente ideologizadas a favor del Imperio norteamericano y sus aliados de la OTAN e Israel.

En la mitología romana Minerva era la diosa de las ciencias, las artes y la sabiduría. Por eso no es de extrañar que el emprendedor Ben Nelson haya bautizado a su última iniciativa como Proyecto Minerva: una ambiciosa propuesta que pretende poner fin a la tradicional élite universitaria de la Ivy League, enfocada predominantemente en la actividad deportiva.

Minerva es la conversión romana de la Diosa griega Atenea, la cual representaba no solo la inteligencia sino la guerra inteligente. Se oponía precisamente al Dios de la guerra Ares, que era aquel de la violencia sin sentido, de la guerra por la guerra misma y del sadismo que disfruta del sufrimiento ajeno. Claro que esta parte de la biografía de Minerva no es mencionada en la propaganda.

Uno de sus principales atractivos es el uso de la metodología “Learn by doing”, o lo que es lo mismo, “Aprender haciendo”. Un sistema con el que sustituir las clases magistrales por seminarios semipresenciales, donde sean los propios alumnos quienes expliquen, debatan y razonen sobre una determinada materia. La finalidad es crear una conversación animada que resulte enriquecedora tanto para alumnos como para profesores. Algo similar a lo que la Unión Europea intentó plasmar en el Plan Bolonia: la primacía de lo práctico sobre lo teórico.

Pero no se trata de otro MOOC (Massive Online Open Courses), como en un principio podría parecer. De hecho, el Proyecto Minerva, está completamente en contra de las clases masivas. Según Ben Nelson el objetivo es crear clases reducidas de no más de 20 alumnos que permitan favorecer la interacción y la enseñanza personalizada. Además, según explica en su web, el severo proceso de selección al que deben someterse los candidatos garantiza la creación de “una nueva élite intelectual”.

Otro de los grandes atractivos del proyecto es la desaparición del campus tal y como se conoce hoy en día. En su lugar Nelson propone establecimientos con dormitorios dobles y una sencilla cocina comunal. Sin gimnasios, laboratorios ni ningún tipo de instalación complementaria. El objetivo, explica, es animar a los estudiantes a realizar actividades extraescolares en lugares ajenos a la universidad y así favorecer el contacto con nuevas personas.

Precisamente por eso, cada año el alumno estudiará en un lugar diferente del mundo. Por ahora solo hay sede en San Francisco, pero se espera construir otras en Berlín, Buenos Aires, Bombay, Hong Kong, Nueva York y Londres. De hecho, su carácter online hace posible participar en las clases desde cualquier lugar con acceso a Internet.

Ben Nelson obtuvo una fortuna por la venta de su empresa Snapfish, lo que le permite subsidiar la matrícula de los primeros 33 alumnos y su estancia en San Francisco es completamente gratuita. Obviamente esto no durará.

Quitadas de una ámbito de socialización efectiva dónde las personas interactúan como tales para generar conocimiento, la idea de la virtualización enfocada en el “buen saber” y las “Buenas prácticas” enfocadas en los individuos y desprovistas de cualquier historia o cualquier intento por investigar causas y posibles consecuencias futuras se vuelve prácticamente imposible.

Bajo el supuesto carácter democrático de las “clases” tipo mesas redondas, el enfoque principal asociado al hacer supone continuidad acrítica de objetivos y proceso por los cuales el presente es como es. He aquí el imperio de la subjetividad y del presente, sin historia y sin conciencia histórica.

Debemos aclarar aquí que no suscribimos a ninguna teoría de la conspiración. Todo los expuesto son datos y deben ser entendidos de forma lógica y racional como las acciones que desde los privilegiados del mundo, pretenden sostener sus privilegios, apoyando y animando a sus seguidores a reemplazarles como élites, sosteniendo a las grandes mayorías alejadas de las posibilidades reales de participación social, democrática y por supuesto en el reparto de los beneficios materiales y económicos que resulten del orden territorial resuelto en común y de los beneficios que las tecnologías pudieren aportar a ese “bien común” y no a los intereses de una casta selecta.

La etnicidad y la antropología cultural

La antropología como ciencia ofrece una variada gama de especialidades desde donde abordar su amplio campo de estudio. A diferencia de otras ciencias humanas esta se ha desarrollado precisamente a partir de los estudios del pasado. Por ende ofrece un claro ámbito de resistencia a las corrientes que hemos venido mencionando. Sin embargo, encuentran en las actuales convergencias digitales, los anudamientos donde “minerva” puede ejercer su influencia, en especial cuándo se abordan enfoques tribales con criterios económicos o de mercado.

Se conoce como etnología a la ciencia social que estudia sistemática y comparativamente las etnias y las culturas de los pueblos llamados primitivos, en oposición a la actual y a las sociedades civilizadas occidentales.

 

La etnología es una rama de la antropología que se enfoca especialmente en aquellas sociedades que aparecen como peculiares o diferentes de lo observado o acostumbrado por el individuo.

La etnología busca relaciones comparativas y similitudes entre las características de diferentes pueblos, por medio de los siguientes aspectos: religión y expresión simbólica, diversidad cultural, costumbres, idioma, organización familiar, sistemas sociales y políticos, sistemas económicos de las sociedades, entre otros puntos importantes.

La etnología cumple con una serie de pasos para lograr su objetivo. En primer lugar, analiza y organiza el material recolectado, selecciona el material, y por último presenta el texto, como base teórica, con el objetivo de demostrar las similitudes y diferencias entre las sociedades en estudio.

En cuanto a su origen etimológico, la expresión etnología es de origen griego, formada por “etnos” que significa “nación o pueblo”, “logía” que expresa “estudio o tratado”, más el sufijo “-ia” que representa “acción”.

Por otra parte, la palabra etnólogo se refiere a la persona entendida en etnología. Es decir, es aquel individuo que se enfoca en estudiar los pueblos y etnias, así como su cultura, característica, y los demás puntos mencionados anteriormente.

La etnología, en los estudios antropológicos tiene dos dimensiones fundamentales, la etnografía que es el estudio de las formas de expresión gráfica de las tribus y la etnocultura, que es el estudio de los fenómenos culturales que confieren identidad a esa etnia.

La antropología cultural y la étnocultura (La una desde los estudios comparativos y la otra desde los estudios al interior de cada cosmovisión étnica), proponen recorridos similares respecto de como históricamente, las agrupaciones humanas constituyen identidades comunes, sociales, religiosas.

A partir de sus ritos y ceremonias, de su religiosidad pero también de sus prácticas cotidianas y del uso de sus herramientas y máquinas.

El concepto de máquina para la antropología refiere a aquellas herramientas de producción colectiva que modifican los sistemas de relaciones tribales en torno a ellos y las conductas de los individuos entre si comparables de momentos anteriores a su aparición en el entorno cultural.

A la definición corriente de máquina, del latín machĭna, un máquina es un aparato creado para aprovechar, regular o dirigir la acción de una fuerza. Estos dispositivos pueden recibir cierta forma de energía y transformarla en otra para generar un determinado efecto, la filosofía, la sociología y la antropología en particular, ofrecen una variada gama de interpretaciones y enfoque diferentes.

Furio Jesi (de quien proviene la expresión "máquina antropológica"), lo propone como el impacto de los objetos creados en la imagen que las personas tienen de si mismo y por tanto dependen de la observación del objeto. Una Subjetividad sensible, especialmente como imagen mental impactando en al conciencia que de si tiene el individuo y en sus relaciones etnicas (identatarias) y Sociales (Culturales, políticas, de distribución del trabajo, lúdicas, etc.)

Giorgio Agamben es un filósofo italiano de renombre internacional, miembro de una familia veneciana de origen armenio. En su obra, como en la de otros autores , confluyen estudios literarios, lingüísticos, estéticos y políticos, bajo la determinación filosófica de investigar la presente situación metafísica en Occidente y su posible salida, en las circunstancias actuales de la historia y la cultura mundiales, aporta otro concepto que es tomado por la antropología cognitiva y adoptado luego por las nuevas corrientes antropológicas respecto de las relaciones de los individuos y sus etnias con las máquinas.

Para la antropología, la máquina adquiere una dimensión mas práctica, cotidiana y subjetiva y no por ello deja de interpretar su sentido en tanto cosmovisión de la etnia que adopta su uso.

Del sentido de imagen visual en el concepto de Jesi al de agamben, la antropología le adhiere a la filosofía su sentido histórico de uso práctico y de como su adopción popular modifica conductas tribales.

Este tipo de razonamiento es muy valorado en las actuales investigaciones respecto a la antropología cultural y su derivado mas actual, la antropología digital.

La enorme variedad de enfoques posibles abordados por las distintas ramas de la antropología, colocan al concepto como algo muy diferente a la idea común que se tiene sobre las máquinas.

Desde la imagén óptica y el concepto de fantasma, pasando por la máquina humana o los conceptos que devienen de las teorías aportadas por la antropología del desarrollo en torno a que el desarrollo de las máquinas de alguna manera pueden dibujar una cronología del desarrollo humano, hasta las percepciones y subjetividades que la máquina produce al entramado psiquico de los individuos y a las mentalidades de los colectivos que las producen e implementan en sus procesos sociales y vitales. La era digital ofrece nuevos recorridos.

Antropología cultural y antropología digital

La antropología cultural alcanzó el estatuto científico a finales del siglo pasado, es decir, hace relativamente poco; abarca un amplio campo.de fenómenos, objeto de estudio también por parte de ciencias afines: etnografía, etnología, antropología física, etc., y está considerada como una de las ciencias sociales básicas, junto con la psicología y la sociología. En el siglo XVII, ligados sobre todo al contexto cultural y social de Europa occidental (en especial, España y Portugal), existe un gran patrimonio de datos etnográficos, informes detallados de costumbres y pueblos diversos, documentos y descripciones muy concretas sobre la vida de los hombres de diversas regiones del mundo y de los nuevos continentes conocidos, además de otras narraciones de distinto tipo escritas por misioneros, comerciantes, embajadores, conquistadores, etc. En el siglo XVIII hubo también exploradores cuyas expediciones tuvieron un auténtico interés etnográfico y no solo geográfico, además de las primeras realizaciones de estudios de campo; y, finalmente, en los comienzos del siglo XIX, las primeras publicaciones que recogían datos etnográficos acopiados y acumulados poco a poco.

La antropología es una de las ciencias sociales más versátiles y ambiciosas de todas. Aborda el estudio de la cultura y la alteridad como fenómenos cruciales de la experiencia humana. Nos permite entender a las comunidades humanas (tribus, pueblos, clubes, o consumidores) como entes diversos y heterogéneos, y sus interacciones como procesos vivos, dinámicos, cambiantes.

Convierten a esta rama de la antropología no solo en una herramienta para estudiar origenes, procesos históricos, psicologicos y de las conductas sociales de los humanos en otros contextos comunes o tribales y etnicos, sino que permite abordar comparativamente las diversidades actuales, pero he aquí la puerta de entrada para esos intentos de subvertir o deshistorializar la historia de los humanos y de sus pueblos y comunidades, destruir así sus identidades en aras de una globalización y universalización deformantes de “lo humano” y serviles a la “justificación” del Status quo y de los ejercicios de poder que sostienen privilegios de poco y servidumbres de muchos.

Esto se manifiesta especialmente en la Antropología digital, en tanto puerta de entrada a todas las prácticas mercantilistas y merchandancistas que en la actualidad pretenden imponer las visiones liberales a los estudios científicos humanistas y sociales.

No deja de ser, sin embargo interesante, que surjan corrientes de este tipo en la medida que conlleve respuesta de parte de quienes abogamos desde muy jóvenes con aquello de que es importante conocer de donde venimos para situarnos en la realidad e imaginar transformaciones posibles, no idílicas y utópicas sin tiempo ni espacio sino posibles si se agrupan voluntades y deciden caminar juntos caminos de transformación común.

Este artículo es un intento de aporte a tales búsquedas e intenciones.

Una posibilidad es entonces dimensionar la relación antropológica con el universo digital desde los distintos conceptos de máquina explorados y de aquellos que habrá que explorar acordes a las potencialidades de las nuevas tecnologías respecto de sus cualidades fundacionales:

1. Convergencia, como cualidad de entrecruzamiento entre conocimientos de distintas especialidades, y de los medios de comunicación, difusión y propaganda (Convergencia de conocimientos, convergencia de medios)

2. Exaptación, como cualidad de las máquinas de ser exaptadas por la creatividad humana. Es decir aquella máquina ideadea para una función pasible de ser transformada para otras utilidades no previstas.

3. Ubicuidad tiempo/espacio, el corrimiento de toda frontera física, geográfica y mental, respecto a la posibilidad de compartir en tiempo real las distintas manifestaciones de la diversidad.

4. Socialización del conocimiento y las experiencias en tiempo real. Generar y compartir conocimiento en tiempo real sin limites geograficos, idiomáticos o materiales.

5. Conformación de una nueva etnicidad a la que podríamos llamar “glocal” (En tanto abarca la complejidad de los universos reales, limitados geográficamente y donde actúan los cuerpos físicos, con esos espacios/tiempos mas subjetivos y virtuales, dónde los vínculos generan otro tipo de percepción y subjetividad y las relaciones que entre ambos pueblan el espacio de la realidad común).

¿Que es la antropología digital?

La antropología es una de las ciencias sociales más versátiles y diversas de todas. Aborda el estudio de la cultura y la alteridad como fenómenos constitutivos de la experiencia de vida humana. Nos permite entender a las comunidades humanas (tribus, pueblos, clubes, o consumidores) como identidades diversas y heterogéneas, y sus interacciones como procesos vivos, dinámicos, cambiantes, pero al mismo tiempo rígidos, que constituyen identidades comunes férreas en torno a valores sociales y a premios y castigos que los instalan como verdades constitutivas de sus realidades vívidas.

He aquí una primera distinción respecto a la disputa entre liberales y adherentes al proyecto Minerva y quienes insistimos en el valor actual (revalorización en realidad) de las herramientas marxistas mas no ya tanto de sus categorías conceptuales que necesariamente deben ser adaptadas a estos tiempos distintos a los que Karl Heinrich Marx, produjo en sus formidables obras.

Con la llegada del Internet y la democratización de los medios digitales, el mundo entero está atravesando un cambio sustancial en la forma en que nos relacionamos, en todos los aspectos. Se ha generado un nuevo campo de agencia virtual en la que nos podemos mover y desarrollar: el Mundo Virtual. Es un espacio distinto y bien diferenciado del mundo privado (que incluye nuestra familia, grupos de amigos, relaciones sentimentales, etcétera) y del mundo público (el trabajo, la escuela).

Daniel Miller es un antropólogo que tienen larga trayectoria en torno al estudio del consumo y la cultura material, temas en los que es una referencia obligada, y ha sido uno de los primeros académicos en establecer un programa de antropología digital a nivel posgrado en la University College London (UCL). Se podría considerar que Digital Anthropology (2012) es un trabajo fundacional en la materia que recopila aportaciones y estudios de caso de su equipo de trabajo y de sus estudiantes en la UCL

Miller & Horst en la introducción al libro Digital Anthropology, proponen un marco teórico/metodológico que parte de una premisa básica: lo digital puede y debe ser un medio altamente efectivo que refleje lo que significa ser humano, el objeto último de la antropología como disciplina.

Lo relevante de dicha introducción es que representa el primer intento de sistematización e integración de principios que integren el estudio de la antropología digital como algo más allá de las obviedades y superficialidades que a priori la reducen a la interacción con la tecnología o los medios digitales, por lo tanto, los autores proponen seis principios que, desde su perspectiva constituyen los problemas y preguntas claves de la antropología digital como una subdisciplina:

[1]
El primer principio se refiere a que lo digital en sí mismo intensifica la naturaleza dialéctica de la cultura. El término digital hace referencia a todo lo que es reducible a un código binario pero que repercute en la proliferación de particularidades y diferencias. Por lo tanto, hay un fenómeno dialéctico que crece las diferencias entre lo universal y lo particular y las conexiones intrínsecas de sus efectos negativos y positivos.

[2]
El segundo principio hace referencia a que la humanidad no es meramente un trámite mediado por el surgimiento de lo digital. En este sentido, la antropología solo podrá progresar en la medida en que lo digital nos permita entender y exponer la naturaleza del mundo análogo o predigital que nos prevenga de una malinterpretación del romanticismo o de la mayor autenticidad de lo predigital.

[3]
El compromiso con una perspectiva holista, es decir haciendo énfasis en lo humano.

[4]
La reafirmación del relativismo cultural y nuestra naturaleza global sobre nuestro encuentro con lo digital, negando la asunción de que lo digital implica necesariamente una homogeneización de la cultura, y dando voz y visibilidad a quienes han sido marginalizados por tales discursos.

[5]
Las contradicciones entre la apertura y el hermetismo que surge con lo digital, lo digital puede ser un arma para exponer grupos vulnerables o crear visiones tecno-utópicas de grupos radicales.

[6]
La materialidad de los mundos digitales, es decir, el mundo digital no debe considerarse ni más ni menos material que los mundos que le preceden.

En estos seis principios Miller & Horst han llevado a cabo un primer y hasta ahora tal vez el modelo más completo de los retos y las obligaciones académicas, metodológicas y morales de una de las pocas disciplinas que puede dar cuenta de cómo la cultura digital se convierte en la cultura normativa y qué nos dice esto sobre los seres humanos.” 8

El Mundo Virtual llegó para quedarse. En él, disponemos de distintas herramientas, plataformas y canales para diseñarnos y contar nuestras propias narrativas. Aquí entra la labor de la Antropología Digital. Cuando estudiamos los símbolos, mitos y rituales de las cibercomunidades, disponemos de los datos necesarios para afinar nuestros mensajes, fortalecer nuestras tribus digitales y generar acciones en el Mundo Real. Y no podemos ni debemos permitir que la teorías liberales del poder, elitistas, contrarias al pensamiento crítico, y al método del materialismo dialéctico y de la dialéctica diálogica como expresiones que definen un modo de sistematizar y producir relato respecto de la observación científica y del lenguaje que resulta para su descripción, no puedan contraponer otra versión a la imperialista y hegemónica que pretende instalarse en uno de los pocos espacios de conciencia crítica que van quedando frente a la embestida neoliberal.

Apoyándonos en los pensamientos decoloniales, deconstructivos y de modelos complejos como actulizaciones útiles, y las nuevas teoría de grafos, teoría de juegos y teoría de redes que surten particular y valioso resultado al pensar las relaciones hombre/máquina y Hombre/redes sociales, en estos tiempos de Cyberhumanos y cybersociedades.

Identidades glocales como resultado de la historia

Un enfoque crítico, decolonizador, complejo y fundado en los métodos de observación y análisis que aporta el marxismo, nos devuelve la posibilidad de mirar positivamente las nuevas tecnologías digitales, en aras de los principios sociales de defensa de la identidades y el derecho de administración de los territorios que se habitan, de la propiedad comunitaria de conocimiento y técnicas y de la utilidad social del saber individual y de la obligación social de motivar y sensibilizar pensamiento y creatividad individual al servicio de lo común, cuidando e integrando a toda vida a equilibrios que privilegien el menor sufrimiento posible y la mejor calidad de vida que no implique privilegios y prebendas, concentraciones exageradas que se producen sobre el padecimiento de otros y ejercicios de poder que afectan al orden social y avasallan los derechos elementales de la vida humana y de la vida en la tierra en general, sin caer en tecnofobias arcaicas o conceptualizaciones que ya no explican las acciones de los individuos, grupos y colectivos en la realidad presente.

A las etnografías que entronizan automatizaciones algorítmicas y procesos carentes de reflexión crítica de producción de conocimiento, hay que confrontarlas con aquellos razonamientos que coloca a la persona humana en relación de iguales humanos distintos, en un orden social que contemple por igual la condición de humano que la diferencia que le signa como individuo. Diferencia que solo es posible si alimenta la identidad común y sostiene valores comunes, si se sostiene en revisión de la historia que les confiere “hermandad” de raza o tribalidad, sin que esto constituya enemigo al diferente o imponga necesidades de elites, hegemonías, pensamientos únicos, pensamientos en manada o que privilegien el ego en desprecio del bien común. Una nueva mentalidad es necesaria para que nuevas antropologías sustituyan a la que nos vienen a proponer la robotización del pensamiento y la automatización de los procesos neoliberales de hacer, pensar y decir en nuestras sociedades, en los territorios que habitamos y en el universo virtual del cual ya formamos parte.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

 

1 Por neoliberal, entendemos aquí los procesos primordialmente económicos pero tambien sus derivaciones culturales, subjetivas y psicosociales, que se producen a partir de la decisión de los EEUU de dejar unilateralmente la emisión de moneda sujetada al precio internacional del oro y producir el fenómeno de financierismo dolarizado que predomina en el planeta.

2 Actualmente las diferentes corrientes de pensamiento sociologico han modificado esta orientación originaria en tres corrientes de investigación, habiendo en la actualidad controversias y varias prouestas respecto de las orientaciones en las investigaciones.

3 La Glásnost fue una reforma política aplicada en la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Su objetivo fue generar discusiones internas, libres y abiertas entre los ciudadanos sobre asuntos políticos y sociales. La palabra rusa glásnost se traduce como “apertura” o “transparencia”. La glásnost fue una propuesta política hecha por el líder político Mijaíl Gorbachov a mediados de la década los 80 del siglo XX, y puesta en acción entre los años 1986 y 1991.

4 Cita de la cita “Sobre la politización en las universidades y la radicalización del movimiento estudiantil: Portantiero, J.C. (1978). Estudiantes y política en América Latina, México: Siglo XXI; Meyer, J. (2008). “El movimiento estudiantil en América Latina”. Sociológica, 23 (8) (pp. 179-195). México y horowitz, I. L. (ed.) (1967). The Rise and Fall of Project Camelot: Studies in the Relationship Between Social Science and Practical Politics. Cambridge MA: The M.I.T. Press.”

5Juan Alberto Bozza “Académicos y universidades norteamericanas en la Guerra Fría. Un tridente ofensivo.”

Cuadernos de Marte Año 10 N.º 17 Julio-Diciembre 2019 Pgs 22 y 23 revista semestral latinoamericana de Sociología de la Guerra, editada por la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA)

6 Fundación Minerva - https://es.abcdef.wiki/wiki/Minerva_Foundation


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