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jueves, 27 de octubre de 2022

LOBOS DE HUMANOS

 


Tiempo, espacio, yo, otros, elementos materiales, percepciones y sensaciones, emociones y sensibilidades, situaciones individuales y compartidas. La historia humana … esa tan escondida y publicada como la propia vida en relación de cada uno de los seres parlantes que habitamos este planeta y que desarrollamos, en el lenguaje, toda percepción y conocimiento, conciencia y palabra de cuanto existe, en tanto experiencia, y de todo aquello que esta allí a la espera de algún nombre o alguna mirada que le adjudique existencia.

Quienes entienden y viven las diferencias y disquisiciones que se imponen en la conciencia bajo el entendimiento de que toda individualidad es imposible sin la presencia real o imaginaria de los otros, entenderán sin ningún tipo de necesidad de aclaración o de dificultad el texto que comparto a continuación. Quienes adhieren a las actuales ilusiones egocéntricas, respecto al “yo mismo” “propio esfuerzo” “ganancia personal” “propiedad privada” obviamente no comprenderán de forma clara y mucha de la interpretación que podrán asignarle al texto (Equivocada seguramente), contendrá todo tipo de sesgo y desacuerdo en la carencia y dificultad que la falta de ese distingo impondrá a la lectura.

La aclaración precedente me libera de muchos de esos lectores que, en este punto y habiendo leído hasta aquí, desestimarán darle tiempo a la lectura de lo que sigue. Los que siguen, comprenderán sin necesidad de aclaración alguna, el porque del uso del plural. Plural que obviamente incluye el “yo”, pero de modo no tan obvio, excluye al “ego” en tanto conciencia, conocimiento y comunicación de nosotros.

 

Dos de las cuestiones mas difíciles de interpretar y asumir por los humanos en el planeta es la necesidad del pensamiento crítico respecto de “si mismos” y de los “otros”, lo que inevitablemente producirá el descubrimiento y la dificultad de los propios errores y del necesario aprendizaje que conduce, no sin dolor y molestia, a los cambios de conducta que operan en la configuración de la realidad en tanto percepción y de la realidad en cuanto a la experiencia misma con otros, pensada y vivida, construyendo subjetividad y conciencia objetiva de lo que se siente, piensa, dice, vive…

Asi planteada la cuestión … es tan difícil asumir un “yo” no solidario, ego”, que produce y actúa como "si mismo", del mismo modo que resulta difícil aceptar que la realidad no se expresa en esos términos de solidaridad y justicia y que, por tanto, lo “propio” aparece desdibujado, mediocre, falto de “espíritu competitivo”, menos lobo (¡Pero no Cordero!), aunque cueste y duela.

No se trata del amor “bobo” que plantean los que saben que sin “individualidad” el poder agrupado de los menos se cae a pedazos. Tampoco se trata de la “falsa humildad” con la que nos quieren convencer de que no hay “verdades” que defender y que todo es “según el cristal con que se mira”. Se trata de construir un plural donde el “yo” no se convierta en “amo”, sino en alguien con identidad que aporta a una identidad mayor. Común, solidaria y justa … nuestra.

Tiempo, espacio, yo, otros, elementos materiales, percepciones y sensaciones, emociones y sensibilidades, situaciones individuales y compartidas. La historia humana ya no significa lo mismo. Se trata entonces de una realidad que está sumergida, escondida, dentro de la realidad que nos ofrecen los relatos liberales, neoliberales, posverdaderos, ilusorios del capitalismo financiero y esta etapa decadente de la civilización “occidental y cristiana” que se ha alejado de toda idea genuina y común de libertad y justicia en tanto llaman “libertad” al “derecho” a asumirse “Voz de amo” y despojar “a los esclavos” de su derecho a construir nosotros solidario, común … historia como pueblo, que entiende por “justicia” el derecho individual, despojada de la humana situación de relación … dónde el yo=ego se impone a cualquier otro, aún y cuando se trate de imponer algún “Derecho humano” (Cuándo deja de ser “Derechos humanos” y se transforma en el derecho del amo a ejercer su poder en toda relación dónde la diferencia no se discute y el reparto desigual es ley).

Este tiempo de pos pandemia nos encuentra mas confundidos que antes, pero sin ninguna intención de transformar nada de todo aquello que nos hace “Diferentes” “mejores” “sanos” “meritocráticos” … a expensas de tanta injusta relación sostenida por la historia y defendida sin conocimiento por quienes “heredan” beneficios y no quieren verse molestados en el ejercicio de sus privilegios

 

Pese a que la realidad … esa tan difícil de aceptar en tanto elegimos mirar para abajo (Viendo que los de abajo cada vez se parecen mas a nosotros, pero perdiendo siquiera la idea de como los de arriba viven y nos ven y se sostienen arriba en tanto seguimos mirando para abajo …). Todo poder se derrumba cuándo nos miramos a los ojos en un plano de igualdad … solo allí, las diferencias reales emergen separadas claramente de las diferencias inventadas por el poder y el sometimiento … la voz de amo y la percepción del esclavo de creerse menos que aquel que le impide, limita y empobrece.

Seguimos alimentando al lobo depredador del ambiente y de sus hermanos … Seguimos corriendo una carrera imaginaria que nos alimenta la ilusión que en el ego, evita enfrentarnos a la humana condición de que es muy poco lo que puedo solo, sino comparto o tomo de diversas formas menos justas, algo de otros …

Nadie se salva solo … que cada quién haga su parte.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack